FOCO HOSPITALARIO con Clínica Alemana

Entrevista con el Dr. Alejandro Mauro
Jefe del Departamento de Informática Biomédica
Clínica Alemana

Después de la pandemia que obligó a flexibilizar los canales tradicionales de comunicación con los pacientes, los sistemas de salud latinoamericanos se enfrentan al desafío de encauzar la gestión de la medicina dentro de las instituciones incorporando la adopción tecnológica que creció aceleradamente en los dos últimos años. Ejemplo de esto es el desarrollo que lleva adelante la Clínica Alemana de Santiago de Chile para solucionar el problema y evitar los riesgos asociados.

El doctor Alejandro Mauro —Jefe del Departamento de Informática Biomédica de la Clínica Alemana de Santiago de Chile— advierte que la irrupción de la pandemia de Covid-19 impulsó los cambios legislativos requeridos para la adopción de la tecnología en la medicina. Según observa el experto en innovación, generalmente, en Latinoamérica ese proceso estaba detenido por dos grandes factores: las trabas legales y la resistencia de los profesionales de la salud.

Pero además, el médico anticipa un escenario impensado: que la pandemia de Covid-19 ha colocado a la app de mensajería instantánea de Meta como un canal de comunicación inesperado entre médicos y pacientes. Por todo esto, Mauro señala que los sistemas de salud se enfrentan al desafío de mantener la gestión de la medicina dentro de las instituciones. A continuación compartimos sus respuestas detalladas a nuestras preguntas.

¿Por qué la pandemia aceleró la adopción de la telemedicina o la consulta virtual, soluciones que ya estaban desarrolladas en Latinoamérica?

Por las trabas legales y porque no había financiamiento para hacer los cambios tecnológicos, y lo que no se financia, no existe. El telemédico se había adoptado en los lugares donde era la única opción. La historia de la telemedicina está muy ligada, por ejemplo, al mundo naviero. Los barcos no tienen un médico en cada barco y hay miles de barcos. En los barcos, desde hace más de cien años se realizan acciones telemédicas. Pero salvo esas circunstancias, las innovaciones del campo de la telemedicina no estaban siendo aprovechadas por la sociedad. No pasaban de ser pilotos a la etapa de la producción y la implementación porque no tenían una forma de financiarse y porque la legislación lo hacía bien difícil.

¿Qué barreras había para la adopción de la telemedicina?

Había reglamentos antiguos que hacían que las prescripciones y un montón de documentos médicos no pudieran generarse de forma nativa digital. La receta electrónica, por ejemplo, no se implementaba por trabas legales, todos los países latinoamericanos decían que la receta tenía que ser de puño y letra. Y llegó el Covid y generó una revolución total. Los médicos no tenían cómo llegar a los pacientes, los pacientes no tenían cómo llegar al hospital y, entonces, los países tuvieron que cambiar completamente toda su filosofía de intentar evitar esto, que era un poco lo que había pasado. Hasta los países que tenían ya políticas de pago, como Estados Unidos, tenían un montón de stoppers. Por ejemplo, decían “¿Cómo vamos a hacer una video consulta por Zoom? No, tiene que ser un sistema especial que esté hosteado en un servidor seguro”. Como si el video fuera un problema. Entonces, había un sinfín de limitaciones. Por ejemplo, tenían limitaciones que estaban dentro de la ley de HIPPA de protección de datos personales: no se podían hacer consultas médicas por Google Meet, ni por Zoom, ni por ninguna de las plataformas de videoconferencias tradicionales. Había que pedirle a una empresa específica que hiciera un componente de video ad hoc para la solución informática médica de la institución. Cuando llegó el Covid todas esas trabas se levantaron. Hasta se habilitó el uso de WhatsApp y el uso de la tecnología pasó de hacerse en un contexto muy restrictivo a uno muy permisivo.

¿Entonces ahora hay un contexto de riesgo en cuanto a los datos que se comparten?

Sí, porque todo este uso por canales informales tiene varias implicancias. Cuando se entrega información médica en algunas redes que tienen mecanismos de lectura automática de lo que el usuario va compartiendo, tiene que ser consciente de que en última instancia le está brindando a Google, a Facebook o a Apple su información personal. Y ellos usarán esa información para luego vendernos algo. Este es un dilema que está bastante abierto todavía porque hoy, efectivamente, el sistema de salud digital más grande que existe en el mundo es Whatsapp. Por eso hoy es la plataforma que más sabe de salud.

Telemedicina

¡Qué revelación!

WhatsApp tiene la mayor cantidad de información de salud hoy en día porque los médicos hoy se comunican con los pacientes a través de esa aplicación, porque los médicos se comunican entre los médicos a través de WhatsApp; interactúan con cosas del paciente. Como es una app que todos tienen y tiene una usabilidad mayor que la del correo electrónico -proveedores de correo electrónico hay un montón más allá de Google- pero WhatsApp es sólo de Meta. Eso de alguna forma puso un piso que generó, para mí, algo que es un problema en el que estamos metidos y del que todavía no sabemos cómo salirnos. Mucha información de las personas, para mí, pasan por esa red.

¿Se sabe si hay algún tipo de política o de pronunciamiento desde Meta, la empresa propietaria de WhatsApp, sobre este tema?

No. Por el momento no hay, pero sí lo que hay es una revisión de la problemática de Facebook compartiendo información de salud mental de pacientes. Un trabajo de JAMA ( Journal of the American Medical Association) hace una revisión de aplicaciones para dejar de fumar y para la depresión. Estas apps que están en los stores para que cualquiera la descargue, toman los datos, la información de salud de los usuarios, con sus clientes. El estudio vio que esa información de salud mental, Facebook la compartía con terceros. ¿Qué significa eso? Que a una persona que está deprimida, por ejemplo, le pueden llegar ofertas de todo tipo que supuestamente le van a curar la depresión: un curso de alegría, gotitas, lo que fuera y de dudosa evidencia científica. Empieza a jugarse algo que es una zona gris difícil de resolver.

Los algoritmos no distinguen

Es que ni siquiera lo hace un humano, lo hace una máquina. Quiere decir que la máquina podría tomar la decisión de empezar a enviar advertising sobre el tema relacionado con sus datos. Y eso no es que alguien lo programa de forma maliciosa, sino que la forma en la que funciona el comercio electrónico está guiada por algoritmos de machine learning. Un algoritmo de machine learning va a identificar correctamente que a este usuario hay que venderle una terapia.

¿Podríamos decir que se están expandiendo o desdibujando las fronteras entre la salud y la pseudo salud, que es más de vender algo con la excusa de brindar un servicio de salud? ¿Ése sería el peligro?

Es un peligro que el mundo médico lo tiene presente, pero el problema es que hay tanto desconocimiento sobre cómo funcionan las tecnologías. No sabemos cómo funciona el data center de Facebook. No tengo ninguna posibilidad de conocer los riesgos, salvo cuando surge alguna denuncia. Hay un artículo de JAMA que revela este problema de la privacidad de los datos en el uso de apps de salud . Creo que con la pandemia el uso de las redes sociales por los médicos hizo ebullición y desconocemos cómo impactará en la gestión de salud. Solo sabemos que la pandemia llevó a muchas más personas a usar canales digitales para conversar con profesionales de la salud y logró que los profesionales de la salud que estaban más reacios, finalmente aceptaran usar esos canales para comunicarse. Los canales digitales, que eran canales de redes sociales, se pusieron a resolver temas de salud. Creo que ese es un gran problema porque institucionalmente no se está pensando en plantear una solución.

“El mayor sistema de salud digital que existe en el mundo es WhatsApp”.

WhatsApp para atención a pacientes

El contacto médico paciente pasó a canales informales.

Ahora, lo que hay que hacer es llevar esa conversación que hoy se está dando por canales públicos a canales institucionales que permitan, no solamente garantizar la seguridad de la información que se comparte, sino también ayudar a que esto no alimente un problema que es imposible de resolver. El profesional de la salud, además de atender a los pacientes, tiene su familia. Me llaman por videollamada para decirme que José tiene fiebre a las tres de la mañana. Yo a las tres de la mañana estoy durmiendo. Uno empieza a ver ciertos abusos que se dan normalmente con este tipo de cosas, que generan un conflicto. Ahora mi teléfono lo tiene todo el mundo. ¿Qué hago? ¿Cambio el teléfono? ¿Tengo que tener dos teléfonos? Los médicos que tienen dos teléfonos, los que tienen tres teléfonos. Finalmente, se van desdibujando las acciones telemédicas o se van pasando a veces algunas fronteras que son un problema. Uno de los temas que tenemos pendientes como instituciones es plantear alternativas. Nosotros estamos construyendo un canal formal de la Clínica Alemana para la comunicación con los pacientes.

¿En qué consiste la solución?

Estamos estudiando armar un canal formal que permita de alguna manera la gestión y el gobierno de toda la información que se intercambia. Si tú, como paciente, le escribes a un médico, un profesional de la salud que te atendió, lo que esperamos primero es que te responda; que le respondan al paciente. Y ese responder al paciente puede ser que el profesional esté de viaje o en otro lado, otro te debería responder. Que puedas gestionar el “yo no estoy, va a responder mis mensajes otro”, poder derivar y dar un servicio con los tiempos acordes. Finalmente, empezar a poner esta suerte de lógica donde podamos hacer primero seguimiento de las comunicaciones, saber cuánto tiempo lleva eso. Hoy es algo redimensionable. Hoy no sabemos cuántas de las horas los profesionales las pasan en canales informales de comunicación con los pacientes.

Eso apareja problemas en la facturación porque no sabemos cuántas horas de su tiempo personal los médicos están destinando a responder consultas de los pacientes y también, problemas legales, en caso de juicios por mala praxis: hay decisiones médicas quedan fuera del registro clínico. Por eso la solución institucional tiene que integrarse con la historia clínica electrónica de los pacientes.

¿Están considerando la implementación de bot?

Hay varios robots de salud pero todavía son muy limitados. Lo que el bot hace es lo que fue programado y diseñado para hacer. En líneas generales nadie está diseñando bots para tomar decisiones médicas porque eso no es tan fácil todavía que pueda hacer diagnósticos e indicar tratamientos.

Si uno mira los grandes desarrollos, que son Ada Health o Babylon, todavía no hacen indicaciones médicas sino únicamente recomendaciones. Sus respuestas a consultas de salud se quedan en ese nivel. Creo que la institucionalización de las herramientas tecnológicas de comunicación médico-paciente son el tema pendiente. Nosotros tenemos un plan para eso y tenemos ya claro que es algo de lo que tenemos que hacernos cargo y que la Dirección busca desarrollar.

¿Es un desarrollo propio o de proveedores externos?

Tenemos un desarrollo que es parte de la Clínica y parte con proveedores, lo hacemos en conjunto.

Sobre la Clínica Alemana de Santiago de Chile y el Departamento de Informática Biomédica

La Clínica Alemana de Chile es una clínica privada líder en diagnósticos y tratamiento en todas las especialidades de medicina y salud que busca contribuir al desarrollo del conocimiento médico en beneficio de la comunidad. El Departamento de Informática Biomédica de la Clínica Alemana tiene como misión generar evidencia y desarrollar soluciones innovadoras que ayuden a maximizar el impacto de las tecnologías de la información en el campo de la salud y promover la telemedicina y telesalud en Chile.

Conozca más sobre la adopción de telemedicina en Latinoamérica Contáctenos para averiguar cómo podemos ofrecerle un estudio sobre la telemedicina en América Latina. Aparte de registrar los hospitales en más de 15 países latinoamericanos que cuentan con sistemas de telemedicina en nuestra base de datos de HospiScope, nuestro equipo puede preparar un estudio de mercado sobre la telemedicina con base en sus necesidades.

Recent Posts

¿Quiere estar informado sobre las principales noticias de salud en Latinoamérica?

Suscríbase a GHI Newsletter

Contact Us

Please feel free to contact us at any time. Send us an email and we'll get back to you, asap.

No es legible? Modificar texto captcha txt

Start typing and press Enter to search