El impacto que ha generado el COVID-19 en la salud mexicana

La pandemia nos ha dejado aprendizajes, y entre los más destacados podemos mencionar nuevas formas de hacer trabajar. Nuevas formas de aprender, de comunicarnos y de hacer negocios. La salud también ha sido atravesada por vientos de cambio con la aparición de la telemedicina y una nueva forma de atención primaria y para dar seguimiento de pacientes con tratamientos prolongados por enfermedades subsistentes o crónicas.

Así, en 18 meses la telemedicina creció el equivalente a 10 años y ha sido un avance fenomenal que ha impactado positivamente en la vida de los pacientes y de los médicos. Sin embargo, aun hay grandes retos directamente relacionado con el acceso a la tecnología y sobre todo a la conectividad, que permita materializar la universalidad del servicio. Si bien es cierto que el servicio de la telemedicina en México es impulsado no solo por el gobierno a través de la Secretaría de Salud y el Centro Nacional de Excelencia Tecnológica en Salud (CENETEC), aún nos encontramos dando los primeros pasos. La clave de la telemedicina está en la accesibilidad de los datos y la capacidad de brindar un servicio de calidad sin importar donde se encuentran geográficamente médico y paciente.

Esto implica contar con un sistema de TI muy robusto y, mecanismos de seguridad que salvaguarden los datos del paciente, del médico y de la institución —clínica u hospital— permitiendo obtener la información necesaria al momento de la consulta y del seguimiento. En lo que respecta al manejo de los historiales clínicos de los pacientes, el acceso a los datos debe darse de una manera integral facilitando tanto al médico como al paciente el acceso a la información.

El uso de las recetas médicas digitales, algo que en México aún no está muy desarrollado y presenta grandes oportunidades, es otro de los avances que se han dado a nivel regional. La utilización de soportes digitales para este tipo de documentos, con carácter legal, agiliza de manera exponencial los vínculos entre farmacia y médico brindando al paciente una solución rápida y en tan solo minutos, sobre todo en aquellos casos en que dichos interlocutores se encuentran situados en lugares distintos.

Siendo México un territorio con grandes extensiones, gran población y recursos profesionales limitados, esta herramienta presenta una oportunidad a nivel prestacional, y junto a la telemedicina brindarían una solución a la falta de atención disponible en varias locaciones. Mientras la atención primaria ha crecido, se ha evidenciado un aumento en la utilización de camas de corta estancia de más del 8%… un crecimiento enorme considerando que el crecimiento histórico es de 1-2% por año. Este fenómeno es un claro aprendizaje del COVID-19 respecto de la interacción paciente-institución médica.

Durante épocas de grandes contagios, los pacientes decidieron bajar las visitas al médico, un poco por miedo y otro por recomendación de las autoridades sanitarias, lo que los ha llevado a tener una relación diferente con la atención médica y tratar aquellas cuestiones de suma urgencia en el momento en que deben ser atacadas. Hoy, la atención primaria —junto con el diagnóstico a tiempo— impulsan el descenso en el uso indebido de camas para procedimientos electivos, dejando lugar para los procedimientos necesarios; sumado al aumento de la tecnología aplicada con robots quirúrgicos para cirugías mínimamente invasivas, un instrumento que reduce considerablemente el tiempo de recuperación del paciente y en consecuencia, la estancia en los hospitales y clínicas.

Los efectos de la pandemia han sido devastadores a nivel económico, educativo, político y emocional. Hemos tenido que reinventarnos y sobreponernos para poder salir adelante. Los países de Latinoamérica han sido de los más golpeados y hoy tenemos mucho trabajo por delante. Sin embargo, hemos aprendido grandes lecciones que nos abrieron paso para implementar tecnología en lugares que pocos meses atrás eran impensados. La salud y la educación fueron los sectores que más se han transformado y debemos tomar este inicio como la punta del iceberg. Particularmente en materia sanitaria, este es un tema que se está discutiendo en diversos foros internacionales, tales como es el caso de la Organización Panamericana de la Salud, en donde el pasado mes su directora —Carissa F. Etienne— puso de manifiesto la urgencia de invertir en el fortalecimiento de los sistemas de salud y la producción de tecnologías sanitarias, haciendo hincapié en la necesidad de que la región se vuelva autosuficiente en la materia.

Nos encontramos en un momento de inflexión que requiere de la participación activa de todos los actores involucrados en la salud impulsando el desarrollo de la región. Hay una nueva forma de hacer las cosas que llegó para quedarse y es necesario que el negocio acompañe de manera orgánica estas nuevas formas de hacer, formando profesionales, brindando acceso universal a los servicios de salud básicos y sobre todo invirtiendo en tecnología.

Por eso, desde Global Health Intelligence continuamente impulsamos el desarrollo y la implementación de nuevas tecnologías a través de nuestros canales de comunicación, desde donde presentamos informes y puntos de vista sobre la transformación tecnológica que incipientemente está atravesando la región y acompañamos a las empresas que invierten en tecnología de punta conectando datos con los actores que toman decisiones en el mercado de la salud en todo Latinoamérica.

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