El declive de las intervenciones quirúrgicas y su impacto en las empresas médicas
Por Guillaume Corpart
Durante el apogeo de la pandemia de COVID-19 en 2020, los hospitales alrededor del mundo experimentaron un declive significativo en sus intervenciones quirúrgicas. En América Latina, concretamente, la pandemia provocó una caída del 16,6% en el volumen de procedimientos, poniendo fin a lo que se consideraba un mercado médico sano y en crecimiento.
Desde ese declive inicial, los volúmenes de procedimientos se han recuperado en cierta medida, pero les ha costado volver a los niveles anteriores a la pandemia. Aunque algunos centros médicos se han recuperado bien, no es el caso de todos los establecimientos ni de todos los procedimientos, y mucho menos de la región en su conjunto.
Los últimos cuatro años: Panorama general
Antes de la pandemia, el negocio de las cirugías estaba en auge. América Latina registró 82,9 millones de procedimientos quirúrgicos en 2019. Brasil representó el 36,9% de esos procedimientos, seguido de México (17,9%), Colombia (14,0%) y Argentina (12,7%).
Sin embargo, cuando a principios de 2020 empezaron los confinamientos en toda la región, los hospitales centraron sus recursos en tratar a los pacientes con COVID. El volumen de procedimientos quirúrgicos se redujo en un 17%, ya que solo se trataron los casos más graves. Colombia implementó algunas de las políticas de COVID más restrictivas de la región, lo que provocó que sus procedimientos quirúrgicos cayeran casi un 40% en 2020.
El impacto de la pandemia fue aún más grave para los procedimientos diagnósticos y terapéuticos. Durante este tiempo, las empresas médicas se esforzaban por suministrar a las instituciones los equipos que necesitaban para tratar a los pacientes, al tiempo que prestaban gran atención a las tendencias del mercado para ver cuándo se detendría la pandemia y si esto sucedería. El dinero de los rescates fluyó generosamente a medida que la ayuda gubernamental llegaba a las arcas de las empresas.
Para 2021, los hospitales de toda la región habían estabilizado sus operaciones, y ciertos mercados empezaron a ver un repunte largamente esperado en el volumen de procedimientos quirúrgicos. Sin embargo, este crecimiento no alcanzó el nivel que muchos expertos esperaban.
En conjunto, América Latina no mostró ni crecimiento ni contracción en el número de intervenciones quirúrgicas realizadas. Además, los resultados fueron muy dispares según el país analizado. Por ejemplo, Brasil registró una contracción de dos dígitos en el volumen de procedimientos quirúrgicos, mientras que Chile y Colombia experimentaron un repunte de dos dígitos. Las empresas de equipos médicos esperaban ansiosamente que los hospitales recuperaran sus volúmenes de intervenciones y volvieran a invertir en suministros para los quirófanos. El dinero del gobierno seguía llegando, impulsando las finanzas corporativas y creando lo que llegó a conocerse como el “Bono COVID”. Empezaban a aparecer signos de inflación, un presagio de la situación económica que se avecinaba.
El repunte regional del volumen de intervenciones quirúrgicas llegó finalmente en 2022, con un crecimiento del 4,6%. Durante ese año, la expansión fue impulsada principalmente por instituciones privadas en México. Tras dos años consecutivos de contracción, México rompió esta tendencia con un aumento de dos dígitos en la cantidad de procedimientos.
Si bien esto es sin duda un respiro bienvenido para la industria, el crecimiento reciente no es suficiente para alcanzar los niveles prepandémicos. A finales de 2022, el volumen de procedimientos quirúrgicos en América Latina se mantuvo un 8,6% por debajo de los niveles de 2019.
Otros factures atenuantes
La agitación experimentada a raíz de la pandemia de COVID-19 se ha visto agravada por factores políticos, como la posible reestructuración del sector de la salud en Colombia y la orden judicial que obliga a las entidades privadas (Isapres) a reembolsar el exceso de honorarios en Chile. Los sistemas hospitalarios de toda la región se enfrentan a retos similares y se encuentran en una situación financiera difícil.
Las consecuencias son que las empresas médicas siguen lidiando con presupuestos ajustados tanto en el sector público como en el privado. Muchas empresas médicas tuvieron que reestructurar parte de sus operaciones para reducir los gastos generales en 2022 y 2023. Sin duda, estos factores han influido en la contracción del volumen de intervenciones quirúrgicas de los últimos años. Aunque se espera que los volúmenes de procedimientos quirúrgicos sigan creciendo en lo que queda de 2023, no se prevé que este crecimiento alcance los niveles anteriores a la pandemia.
En estos tiempos, la segmentación de los clientes se vuelve cada vez más importante. Ser capaz de identificar qué instituciones realizan procedimientos específicos puede ser la diferencia entre crecer en el mercado o sufrir una contracción. GHI dispone de una serie de herramientas que pueden ayudarle a mapear los procedimientos a nivel institucional (SurgiScope), así como a realizar análisis de propensión para identificar clientes potenciales cualificados (HospiScope). Póngase en contacto con nosotros para obtener más información.